El capítulo 639 de La Promesa, que se emitirá el martes 22 de julio, marca el comienzo de una nueva fase en la serie. Los espectadores están a punto de presenciar el aumento de las tensiones entre los personajes, donde las emociones y las intrigas se entrelazan de forma explosiva. Con el regreso de La Promesa tras una breve pausa, las tramas se reavivan, y los conflictos más profundos comienzan a salir a la luz.
Uno de los puntos centrales de este episodio será la salud de Rafaela. Después de una serie de intentos fallidos de conseguir atención médica para ella, Leocadia sigue aferrándose a la creencia de que la situación está relacionada con las amenazas de Valladares. Sin embargo, Simona, indignada por la indiferencia de los demás, decide tomar el asunto en sus manos y lleva al humilde doctor Guillén a examinar a la niña. Esta acción, valiente pero arriesgada, la enfrenta directamente con Leocadia y Lorenzo, quienes cuestionan la idoneidad del médico debido a prejuicios sociales. La fricción entre estas figuras de poder revela la tensión que persiste en la serie, y el camino hacia la salvación de Rafaela se llena de obstáculos tanto dentro como fuera del palacio.
Al mismo tiempo, la trama de los sentimientos en La Promesa se vuelve más compleja. Enora, que siempre ha mantenido una relación cercana con Manuel, comienza a sentir algo mucho más profundo por él. Esta nueva emoción la enfrenta a sus propios sentimientos, ya que, aunque el deseo hacia Manuel crece, su corazón aún pertenece a Jana. Esta relación no correspondida se convierte en una fuente de conflicto interno para Enora, quien busca maneras de gestionar sus sentimientos mientras mantiene su lealtad a las personas a su alrededor.
Enora no es la única que se ve envuelta en un dilema emocional. Toño, un personaje que siempre ha estado a la sombra de Manuel, comienza a ver cómo sus propios sentimientos por Enora crecen. El beso entre ellos en el episodio anterior fue un punto de inflexión, pero lo que sigue es aún más complicado. Toño no solo se enfrenta a la incertidumbre de ser correspondido, sino que también se encuentra atrapado en una red de sentimientos que desafían su lealtad. El triángulo amoroso entre Enora, Manuel y Toño está en su punto más tenso, y las decisiones que tomen cada uno de ellos tendrán un impacto duradero en sus relaciones.
Mientras tanto, Curro, quien sigue con su cruzada personal contra el capitán de la Mata, se ve arrastrado a un nuevo enfrentamiento. Después del ataque fallido al capitán, Ángela interviene para evitar una catástrofe. Sin embargo, la lucha por la justicia y la venganza continúa. Ángela, aunque decidida a destapar los oscuros secretos del capitán, se encuentra atrapada entre la lealtad a Curro y la necesidad de mantenerse a salvo. La relación entre ambos se complica aún más cuando se dejan llevar por sus sentimientos y comparten un beso, un acto que no pasa desapercibido para alguien que podría poner en peligro todos sus planes.
La tensión entre los personajes se intensifica aún más con la llegada de Cristóbal Ballesteros, el nuevo mayordomo jefe del palacio. Interpretado por Fernando Coronado, Cristóbal es un hombre rígido y disciplinado que impone su autoridad sobre el personal del palacio. Su llegada marca el fin de la era de Rómulo y el comienzo de una nueva etapa, donde el control y la vigilancia son las reglas. Cristóbal no dejará pasar ni el más mínimo error de los empleados, y su presencia cambia la dinámica dentro del servicio. Lorenzo, quien ha estado en conflicto con Ángela, se da cuenta de que la situación ha empeorado. La lucha por restaurar la reputación de Ángela se convierte en una batalla cada vez más difícil, y el fracaso parece inminente. ¿Podrá Lorenzo recuperar lo que se ha perdido, o caerá ante el poder creciente de Cristóbal?
El capítulo también profundiza en la relación entre Catalina y el Barón de Valladares, que sigue siendo un tema crucial en la serie. La crisis de Rafaela y los reproches que surgen entre los personajes afectan profundamente a Catalina, quien intenta encontrar apoyo en Martina. Sin embargo, Martina, siempre fiel a sus principios, se muestra reacia a apoyar cualquier cambio que favorezca a los jornaleros. La tensión entre estas dos mujeres, que han sido pilares en la serie, refleja las diferencias de visión que existen dentro de la familia Luján, una lucha que amenaza con desgarrar a la familia desde dentro.
El regreso de La Promesa trae consigo más preguntas que respuestas. Mientras los personajes lidian con sus propios demonios y decisiones, la serie avanza con una intensidad que no da tregua. Los secretos, las traiciones y los dilemas morales se entrelazan de manera cada vez más compleja, y el futuro de cada uno de ellos queda en la cuerda floja. En esta nueva etapa, nada está asegurado, y la historia se intensifica con cada nuevo giro.
¿Cómo resolverá Enora su dilema entre Manuel y Toño? ¿Qué consecuencias tendrá el beso entre Curro y Ángela?